Encuentro Catecumenado 2013

     Los pasados 23 y 24 de noviembre tuvo lugar el Encuentro de Catecumenado 2013 en el Colegio la Salle Antúnez.  Entre participantes y animadores se reunió un grupo de 38 personas provenientes de los colegios de Arucas y Antúnez, Gran Canaria, y San Ildefonso, Tenerife.  El encuentro comenzó con la acogida de los compañeros que se desplazaron desde la isla vecina.  Luego se dividió a los participantes en grupos para asistir a los tres testimonios preparados para ese día: FE, FRATERNIDAD y SERVICIO.  Para el testimonio de FE se desplazaron hasta al Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad, en Santa Brígida, donde un fraile de la comunidad explicó de forma muy amplia y cercana su forma de vivir.  Respecto al testimonio de FRATERNIDAD el grupo se desplazó hasta la calle Padre Claret donde conocieron una Comunidad Adsis afincada en Las Palmas desde finales de los años 60.  Por último, para el testimonio de SERVICIO se fue al Comedor de la Parroquia San Pedro Apóstol de la Isleta donde, entre otros, escucharon al párroco actual, Domingo Muñoz, y a la tan querida Doña Rojita.

     Tras los testimonios se almorzó un picnic y se volvió al colegio para realizar una puesta en común de todo lo vivido en las visitas.  Se continuó con una dinámica de interioridad preparada por los compañeros de San Ildefonso que giraba alrededor del video “¿Muro o Puente?”.  Al concluir se salió por la ciudad a dar un paseo y cenar donde a cada uno le apeteciera.  Luego se volvió al colegio para descansar y empezar con energía al día siguiente.

     El domingo comenzó con una dinámica enfocada a reflexionar sobre el significado de todo lo vivido hasta ese momento en nuestras vidas.  A continuación se compartieron los proyectos personales por parejas mientras se daba un paseo por la ciudad.  Al concluir se procedió a la celebración de la palabra donde se agradeció todo lo vivido junto a los compañeros.  Por último almorzaron todos juntos, se despidieron y regresaron a sus hogares.

     Dar las gracias a todos los asistentes al encuentro, tanto a los participantes como a las personas que se han encargado de prepararlo para que todo saliera adelante.  Pedirles que interioricen lo vivido y que lo lleven a la práctica en sus vidas.  Recuerden que somos Luz y que no debemos guardarla para nosotros, sino que nuestra misión es ser Luz para otros aunque nos consumamos en el camino.